Existen personas que tienen una pasmosa facilidad para caerle bien a otras y establecer relaciones sociales de una manera muy sencilla, rápida y efectiva; es el caso por ejemplo del tipo que primero hacer reír a las viejas, o del saludable que camina por cualquier lado y a todo le mundo conoce y saluda no dándole la mano sino chocando esos cinco, o del que echa los chistes cuando hay varias personas reunidas, o que tiene récord de besar cachetes de compañeras en la oficina…
Este no es mi caso, lo mío es todo lo contrario, creí que sería algo que me acompañaría durante mi niñez (pensando en que el estándar de un niño es la timidez) pero no fue así, es algo que me ha acompañado a cada momento y que se intensificará en mi vejez.
Me he dado cuenta que socializar definitivamente no es lo mío, por ejemplo cuando alguna persona cumple años me es muy difícil mirarla a los ojos, sonreír y darle un abrazo del oso deseándole que bajen ángeles, querubines y serafines del cielo a protegerla y que todos sus deseos se hagan realidad, como si cumplir años fuera un merito que trajera implícita la capacidad de pedir varios deseos como Aladdín…
Si quiere conseguir algo material trabaje!!! (o robe como buen colombiano) o si quiere que esa persona se enamore de usted pues dígale que le gusta! No se quede soplando velas de ponqué esperando a que por su mérito de durar un año le vayan a conceder el deseo, o como consejo vaya y busque las bolas (esferas) del dragón.
Volviendo al tema, la facilidad para relacionarme con otras personas no solamente se presenta en las fechas de onomástico, sino también en otras ocasiones como la navidad y año nuevo, obligándome así a mantenerme en clandestinidad en estas fechas.
Pero y que tiene que ver con el título?
Aunque el titulo sugiere que se pueda encontrar en este blog un poco de contenido tipo Garavito, NO lo va a encontrar, realmente el título se debe a que mi facilidad de socializar se me hace extensiva también a los niños, a esas hermosas criaturas panzonas de rostros cochinos y moquitos líquidos escurriendo awwwwww q ternura!!! :3
No encuentro gracia en sacarle una sonrisa a un bebé, ni en imitar la voz de enfermo mental que hacen las viejas para consentirlo; nada de eso! Si no es grato para mí saludar a ciertos adultos, mucha menos gracia me hace intentar socializar con un infante, razón por la cual pido de corazón (y demás órganos para hacer peticiones) no me hagan más sugerencias de ser padre ni muchos menos me presenten chinos pequeños.

