En mi bonita, muticolorida, fría y desordenada ciudad, confluyen un sinnúmero de colombianos de todas las regiones del pais. Que maravilla! la variedad racial es infinita, se da en estos tiempos hijitos mulatos, mestizos, zambos, etc. Como en un principio cuando estos caballeros expedicionarios vinieron desde la madre patria a pisar a nuestras indias, en fin. Regio que vengan a visitar y a conocer, pues después de todo es la capital de un bonito país y turísticamente un paso obligado para ver su tradición histórica. Pero.... ¿Por qué diantres paisa de mierda viene a hablar mal de mi ciudad? ¿por qué botas basura en los andenes boyaco desgraciado? Si se la pasan hablando mal de esta ciudad que puede no ser la metrópoli más desarrollada de Suramérica, pero es un vividero sabroso y además mal o bien es la tierra que le está dando la oportunidad de trabajar y tener algo de dignidad, si no les gusta entonces como diría un profesor: "allá esta la puerta, bien pueda". LARGO DE AQUÍ!!! como he hablado en ocasiones con un amigo: deberían reunir toda esa plaga hermosa de colombianos que odian los rolos que porque no somos abejas como los de la capital de la montaña, o no somos resistentes pa' mamar ron; coger toda esa gente, meterla en un container y llevársela para su inmunda tierra que los vio nacer.
Eso papito vaya pa' allá que alla lo quieren más, la gente es más amable, no como estos cachacos desalmados que inmisericordes no se dejan tocar la nalga para saludar, o que no tienen tumba'o pa bailar o que son un fracaso al momento de cortejar una chica, eso me resbala; conclusión: Respétenme la tierrita, no me le boten papelitos ni cascaritas en las calles, que ya bastante tiene mi querida ciudad con la gente que a diario la recorre, gente mañosa, gente mala, gente malvada
entre ellos usted. Y nuevamente le hago la invitación: si no le gusta entonces pa sus tres!!.
*Aclaro que no todas las personas de afuera son así, hay quienes si están agradecidos con Bogotá.
**Pienselo bien, un tiquete ida sin regreso a su tierra natal puede ser la mejor opción hoy por hoy.
***Perdón la redacción pero es que me tengo que ir a lavar ropa.
Creado para depurar la basura que pasa por mi cabeza, para empezar a sentirme el blogger que no soy, para leerlo yo solo porque sé que es aburridor e insulso.
jueves, 17 de diciembre de 2009
domingo, 13 de diciembre de 2009
Haga la fácil
Pareciera ser que para todas las cosas que hacemos a diario existen dos alternativas: las cosas difíciles, como se las han inculcado a uno los papás, que sin esfuerzo no se consigue nada, que todo lo que se consigue luchando se valora más, etc. y las cosas que se consiguen por el camino sencillo sin necesidad de esforzarse más de la cuenta: porque para qué, no se fatigue, fresco, no se atortole, etc.
No estoy en contra de la segunda opción, de hecho me parece una forma excelente de conseguir las cosas. La cuestión aquí es: PQP yo no puedo hacer las cosas por esta vía y todo lo que consiga tiene que ser parido a brincos, con el sudor de la frente y sangre de las uñas?
Pues bien, para ejemplificar un poco el punto a donde quiero llegar va la siguiente historia:
"Una vez, un flaco y ajado estudiante se encontró turbado por una pequeña evaluación que resumía todo el conocimiento que había adquirido en determinado tiempo, este pensó que una buena forma de medir sus conocimientos sin necesidad de ayuda podría ser contestar dicho examen sin sacar ningún tipo de fotocopias, apuntes, guías de estudio, o como fuera. El día de la prueba, unos minutos antes de comenzar su "medición de inteligencia" (o de brutalidad mejor), se puso a dialogar con un buen amigo suyo proveniente de la costa atlántica de Colombia y surgió la siguiente conversación:
Habitante de la cosa atlántica: "Que compa estudió o qué?"
Joven escuálido: "Si pues he leído, además no creo que vaya a estar tan complicada la evaluación..."
Habitante de la cosa atlántica: "Yo si no leí, voy a sacar ahorita unas copias a ver como me va"
Joven escuálido: "A bueno, suerte entonces!"
(El flacuchento joven pensó que su "compa" costeño sufriría a causa de su descuido y frescura)
Acabada la prueba y después de recibir inmediatamente su decepcionante bajo puntaje (no el costeño obviamente) se volvieron a encontrar...
Habitante de la cosa atlántica: "y qué compa, cómo le fué, cuantos puntos tuvo?"
Joven escuálido:
No estoy en contra de la segunda opción, de hecho me parece una forma excelente de conseguir las cosas. La cuestión aquí es: PQP yo no puedo hacer las cosas por esta vía y todo lo que consiga tiene que ser parido a brincos, con el sudor de la frente y sangre de las uñas?
Pues bien, para ejemplificar un poco el punto a donde quiero llegar va la siguiente historia:
"Una vez, un flaco y ajado estudiante se encontró turbado por una pequeña evaluación que resumía todo el conocimiento que había adquirido en determinado tiempo, este pensó que una buena forma de medir sus conocimientos sin necesidad de ayuda podría ser contestar dicho examen sin sacar ningún tipo de fotocopias, apuntes, guías de estudio, o como fuera. El día de la prueba, unos minutos antes de comenzar su "medición de inteligencia" (o de brutalidad mejor), se puso a dialogar con un buen amigo suyo proveniente de la costa atlántica de Colombia y surgió la siguiente conversación:
Habitante de la cosa atlántica: "Que compa estudió o qué?"
Joven escuálido: "Si pues he leído, además no creo que vaya a estar tan complicada la evaluación..."
Habitante de la cosa atlántica: "Yo si no leí, voy a sacar ahorita unas copias a ver como me va"
Joven escuálido: "A bueno, suerte entonces!"
(El flacuchento joven pensó que su "compa" costeño sufriría a causa de su descuido y frescura)
Acabada la prueba y después de recibir inmediatamente su decepcionante bajo puntaje (no el costeño obviamente) se volvieron a encontrar...
Habitante de la cosa atlántica: "y qué compa, cómo le fué, cuantos puntos tuvo?"
Joven escuálido:
Habitante de la cosa atlántica: "Jajaja compa, yo le dije : HAGA LA FÁCIL y saque las copias, pero usted se puso a complicarse"
Moraleja: Ahí tiene. Pa' que siga pensando que las cosas con esfuerzo se disfrutan más y son más gratificantes. La próxima vez, si se me da la oportunidad y puedo percibir esa oportunidad de hacer las cosas fácilmente sin complicarme no dudaré un momento y lo haré.
**En la evaluación SÍ se podía sacar apuntes =(
domingo, 6 de diciembre de 2009
Gente divinamente
Me encanta ver el desfile de ejecutivos a diario desplazándose hacia su trabajo. Señoras emperifolladas, perfumadas y con unos tacones de los que estaría envidioso el mismísimo Genne Simmons. Doctores de calzado Italiano y corbata importada, de mirada altiva y paso apurado como si no tuvieran un minuto que perder y como si llegaran a tomar decisiones importantísimas en su oficina que salvaran sus emporios..... A CALLAR QUE ESTO NO ES ASÍ!!! Lo que veo a diario mas exactamente es lo siguiente: Tipos con cara de tragedia, zapatos gastados, un combo de vestido y corbata de 60 mil pesos y una linda loncherita colgando; pero aún así haciendo mala jeta los desgraciados, creyéndose los empresarios más exitosos del nuevo milenio.
Que pasa con esta gentecita horripilante de corbata??? Por qué los quiero tanto?? Bueno señores, ustedes que son tan exitosos y fundamentales para sus empresas bla bla bla, tienen que hacer lo siguiente a diario: Madrugar y poner a pitar ese callo que tiene en la nevera hace una semana, bañarse y vestirse en tiempo record porque no, aunque usted no lo sienta, tiene que cumplir un hijuemadre horario o si no su patrón, el que si es nacido en cuna de oro le va a recordar su miseria y ultrajarlo como el vasallo que es. Bueno continuemos, cuando completes la fase de alistamiento y luzcas tu vestido de un diseñador del barrio chapinero, irás a empacar en una loncherita de plástico u ollita de metal (depende la miseria del emporio donde trabajes si tienen horno o estufa o un mechero que sé yo...) el callo que sancochaste y que se ve delicioso, no olvides empacar botilito con jugo... Ah no mentiras! como eres exitoso ejecutivo tendrás para comprar gaseosa a la hora del almuerzo... Sigamos, (viene mi parte favorita) tienes que caminar por tu barrio que estoy casi que seguro que no es una organizada ciudadela sino un montón de casitas arrumadas, a esperar el carruaje del pueblo. Si eres afortunado y tu casa está cerca al paradero congratulions!! de lo contrario; y si no eres una rubia piernona, toca que estés atento y te encarames como puedas para que durante el viaje parezcas un veleta en la puerta.
Finalmente al llegar a tu destino, caminarás como si el mundo estuviera a tus pies y mirarás con desprecio al celador (después de todo el no es un encorbatado así como vos), pero ohhhh tamaña sorpresa!!! tu "oficina" como le llamas no es más que un anti ergonómico cubículo, o una mesita empotrada de afán como para que no te sientes a trabajar en una caneca de pintura, contrario a tu actitud no tendrás que tomar ninguna decisión crucial para el futuro de la empresa, simplemente harás lo que mejor sabes hacer: CASO.
Por esto señor proletario de pacotilla es que debes tener mucho cuidado con tu actitud, de la forma como miras y tratas al celador, al barrendero, a la vieja que vende empanadas y cigarrillos, al obrero, etc. Porque nadie es más que los demás, obviamente no estás nadando en una piscina como la de rico Mac Pato y una pinche corbata no hace mejor persona a nadie y en el mejor de los casos quien quita que un buen día seas el que me venda mi empanada.
NOTA: hubiera sido mejor ver un comercial de champú que leer esta pendejada.
El carruaje del pueblo
Caía el sol en la sabana de Bogotá y esperando ansioso durante mucho tiempo ese momento, se apresuró queriendo aprovechar al máximo cada segundo de libertad, caminaba raudo como casi todas las veces sin que nada lo detuviera, lo único que moderaba la velocidad era el dolor que sentían sus pobres pies al llevar a cuestas una carga de más de 90 kilos. A medida que se alejaba intentaba hacer su expresión más tierna y humana al momento de extenderle el dedo índice al inmisericorde conductor que teniendo el control de la situación se regodeaba frenando un poquito para después acelerar dejando al pobre gordinflón con las esperanzas de aprovechar el tiempo como quería en solamente una ilusión. Se notaba entre sus bigotes que le recordó la señora madre al conductor en más de una ocasión, así una y otra vez hasta que por fin, y al mejor estilo de un vendedor de productos de esos que sacian el hambre de los “señores pasajeros”, logró encaramarse en el atollado pero al fin y al cabo tan anhelado carruaje. Agradeciendo por un gesto de amabilidad que en realidad nunca tuvo el chofer, se recostó contra una de las incomodas pero nunca despreciables sillas del bus, sacó sus moneditas del bolsillo y se preparó para disfrutar del viaje.
Una vez estando acomodado con las manos arriba mirando el paisaje de la bonita metrópoli, se sintió confundido y asustado al ver la mezcla cultural que abordaba el concurrido vehículo. Se lograba ver el contraste entre el “gomelo” mala clase con sus cabellos cuidadosamente acomodados para crear la ilusión de estar despeinado pero manteniendo cierta simetría entre sus hebras, y también el del “ñero” con cara de pillo, frunciendo el ceño, desvistiendo con su mirada desafiante a cuanta señora y señorita pasara junto a él, diferenciado del primero por no tener ropas bonitas de marcas reconocidas de esas que usan los muchachos de ahora, sino con una chaqueta de algún material extraño intentando emular el cuero autentico y con un logo de algún equipo de beisbol o futbol americano proveniente de tierras gringas.
Además del variado y abundante pueblo, el robusto señor se notaba incomodo por las altas temperaturas alcanzadas allí dentro; con una mano acomodó su sombrero hacia atrás para que le ventilara un poco la frente lavada por el sudor y pasó un pañuelo para intentar refrescarse. En medio del calor, la variedad étnica, la compresión humana, lo que más atormentaba al señor era muy seguramente el delicioso olor proveniente de la mezcla de aromas de tanto y tan surtido pueblo; se percibía por una parte olor a costal, por otro el perfume de la señora que antes de salir de la oficina se bañaba en dulces fragancias, olor a viejito, olor a obrero, loción Hugo Boss del gomelo y olor a perro mojado de la chamarra del ñero, en fin, la mezcla de todo esto daba hasta para imaginar que estuvieran componiendo una gallina a bordo.
Maldiciendo su suerte y su situación inmediata, lo único que lo alentaba era saber que pronto llegaría a su destino ya que no había el trancón habitual de todos los días, “vamos como por entre un tubo” dijo el sudoroso hombre a otro incomodo y atormentado pasajero, que haciéndole una falsa sonrisa le dio la razón con tal de no seguir interactuando con este sujeto y siguió mirando al horizonte viendo como se acercaba a su lejano lugar de residencia.
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